Hogar Motivación 7 maneras de persistir cuando todo en ti quiere renunciar

7 maneras de persistir cuando todo en ti quiere renunciar

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Anonim

¿Alguna vez has sentido que tus pulmones iban a explotar?

Eso fue lo que sentí durante mi caminata a Machu Picchu.

La antigua ciudad se encuentra a más de 2, 400 metros sobre el nivel del mar y mi grupo comenzó a escalar ansiosamente después de las 5 am. Terminé solo, detrás del grupo, a falta de más de 1, 100 metros.

Nunca imaginé que el viaje sería tan difícil (evidenciado por los zapatos que elegí usar). Me ejercitaba regularmente, pero eso no me preparó para la altitud. Parece que no puedo tener suficiente aire.

Quería rendirme. Mi cuerpo me rogaba que parara. Mi mente cansada quería seguir su ejemplo.

Pero yo persistí. Y llegué a la cima: pulmones y corazón intactos.

Aquí están las siete cosas que me ayudaron a continuar ese día, cuando todo en mí quería renunciar. Si se encuentra en una situación en la que desea darse por vencido, estas lecciones también pueden ayudarlo.

1. Ignora a todos los demás.

Al comienzo de la escalada, solo vi a la gente pasarme. Cada vez que veía a alguien caminar con facilidad, me sentía mal conmigo mismo. Pero cuando dejé de preocuparme y de comparar el viaje de los demás con el mío, comencé a concentrarme en mi propia misión y en cómo iba a lograrla.

A medida que trabaja hacia su sueño, puede ser fácil distraerse cuando ve que otros logran sus objetivos más fácil, más rápido y mejor que usted. Puede hacerte sentir inadecuado e insatisfecho con tu propio progreso. Pero cuando se trata de conquistar un objetivo, lo que sucede con los demás es irrelevante cuando le resta capacidad para avanzar.

Al abordar una tarea difícil, necesita cada onza de energía que pueda reunir. Asegúrese de canalizarlo a un lugar que lo impulse hacia adelante.

2. Conviértete en tu mayor seguidor.

Cuando comencé la caminata, no estaba solo. Pero en 10 minutos, estaba detrás y solo. Al principio estaba frustrado porque mis compañeros me abandonaron en mi momento de necesidad. Pero luego me di cuenta de que mi carga no era suya.

Aunque puede ser estimulante tener a otros cerca para motivarte y apoyarte, tenerlos allí es un lujo, no un requisito. Esa lección me permitió girar hacia adentro y encontrar en mí la fuerza y ​​la determinación para seguir adelante. Comencé a animarme y chocarme los cinco con cada paso.

A veces, en el camino hacia el éxito, tienes que caminar solo. Si te encuentras en esa posición, busca la manera de darte lo que necesitas para continuar.

3. Detente y aprecia las pequeñas cosas.

Comencé la caminata antes de que saliera el sol. A medida que continuaba escalando, comenzó a asomarse por la montaña, vislumbrando la belleza que me rodeaba. Fue mágico Durante los descansos para recuperar el aliento, me maravillé ante el privilegio de ver la naturaleza en toda su belleza. En esos momentos, no pensé en mi lucha. Estaba demasiado ocupado agradeciéndome por estar allí.

Puede ser fácil concentrar toda su energía en alcanzar su objetivo final. Pero si lo único que puede ver es su destino final, se perderá la belleza del viaje en el camino. Las nuevas experiencias y las sorpresas de bienvenida brindan el combustible muy necesario para continuar.

4. Concéntrese en el siguiente paso.

Me desanimó pensar cuán lejos estaba de la cima. Así que reformulé mi objetivo en mini hitos que hicieron que los siguientes pasos fueran más manejables. Solo da un paso más, pensé. Bien, ahora solo ve a esas piedras. Muy bien, una vez que llegas a ese banco puedes detenerte y descansar unos minutos.

Cuando su objetivo parece demasiado grande, puede parecer imposible, lo que abre la puerta para que la resistencia se arrastre. Al romper su objetivo en pedazos pequeños, puede mantenerse en movimiento y generar impulso.

5. Tire su reloj por la ventana.

Antes de la caminata, leí que la mayoría de las personas llegan a la cima de Machu Picchu en aproximadamente 45 a 60 minutos. Me tomó más tiempo. Cuando me concentré en el tiempo que se suponía que debía tomar, me sentí frustrado por no ser lo suficientemente bueno o rápido. Pero a nadie le importó cuánto tiempo me llevó llegar a la cima y tampoco debería haberlo hecho. Todo lo que importaba era completar mi viaje.

Mientras trabajas para alcanzar tus metas, deja de mirar el reloj. Deja de medirte contra alguien o algo más. Solo servirá para distraerte de concentrarte en lo que necesitas hacer ahora para avanzar.

6. Deja de buscar una salida.

No todos los que van a las caminatas a Machu Picchu. Puedes tomar un autobús directo a la cima y ahorrarte la tensión emocional y física. Al principio de mi ascenso, pensé en retirarme o agitar uno de los autobuses mientras subían.

Cuando su dolor está a la vanguardia, es natural querer que desaparezca. Pero cuando invierte tiempo buscando una forma de abortar su viaje, desperdicia una energía preciosa que podría usarse para ayudarlo a superar el dolor momentáneo y la incomodidad para el crecimiento a largo plazo.

7. Reconoce tus limitaciones.

Tenía que ser honesto conmigo mismo. Estaba teniendo problemas para respirar y no podía mantener el ritmo del grupo. Llevar mi cuerpo al límite tratando de mantener un ritmo más rápido no me iba a ir bien. Mi camino tenía que ser diferente, y eso está bien. Después de implementar mi nueva estrategia, el viaje fue menos agotador.

Su camino hacia el éxito podría no parecerse al de los demás. Está bien. La situación de cada persona es diferente. En lugar de eso, reconoce dónde estás, para que puedas darte lo que necesitas para tener éxito.

A medida que trabaje para lograr sus objetivos, habrá obstáculos, golpes y contusiones en el camino. Cuando el viaje se vuelve más incómodo de lo que está acostumbrado, puede ser fácil tirar la toalla y retirarse.

Pero si sigue estas lecciones, puede encontrar la fuerza para seguir adelante en medio de la dificultad. Y cuando persista, descubrirá que la recompensa valió la pena.

No te rindas