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5 errores comunes que cometes en una conversación

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Anonim

¿Te presentas a trabajar todos los días, trabajas lo mejor que puedes y siempre te esfuerzas por ser mejor? ¡Excelente! Pero eso podría no ser suficiente. Porque sus hábitos de hablar pueden comprometer su potencial para el éxito profesional, incluso si su desempeño es impecable.

Digamos que tiene un currículum extremadamente impresionante y está entrevistando en una nueva empresa para una posible promoción. En el papel, eres el candidato ideal y objetivamente tienes más habilidades y experiencia que tus competidores. Pero, durante la entrevista, su conversación da una mala impresión al entrevistador y se ve obligado a ir con un candidato más impresionante.

Ya sea que esté entrevistando para un nuevo trabajo, tratando de conseguir un nuevo cliente, motivando a sus empleados o haciendo un lanzamiento para conseguir fondos para su negocio, la forma en que habla y mantiene conversaciones puede hacer que lo rompan o quiebren, independientemente de cuán hábil o talentoso sea están en otras áreas.

Elimina estos cinco hábitos de habla antes de que te destruyan:

1. Usando palabras de relleno

Las palabras de relleno se han vuelto tan comunes en nuestros patrones de habla coloquiales que apenas nos damos cuenta de que las estamos diciendo. Comenzamos nuestras oraciones con la palabra "así", sin darnos cuenta conscientemente. Inyectamos nuestras oraciones con la palabra "me gusta", sin pensar nunca en las ramificaciones literales de su uso, y completamos cada pausa con un "um" o un "uh" como un reflejo casi involuntario. Estas palabras de relleno parecen lo suficientemente inocentes, pero si se apoderan de la mayor parte de su discurso, se distraen y se reflejan mal en usted como el orador.

Afortunadamente, puedes entrenarte para evitarlos haciéndote consciente de su uso y corrigiéndote a ti mismo cada vez que te escapes hasta que tu patrón de habla natural esté libre de ellos.

2. Usando inflexiones vocales repetitivas

Las inflexiones en nuestra voz dicen tanto como las palabras que forman. Imagine la oración "No robé ese auto" con énfasis en cada palabra diferente dentro de la oración. "No robé ese auto" significa algo muy diferente a "No robé ese auto".

Con demasiada frecuencia nuestra inflexión se vuelve repetitiva, distorsionando el significado y el poder de nuestras oraciones y dejando a nuestros oyentes sin interés. Por ejemplo, algunas personas recurren a un tono monótono casi constante, que nunca refleja ninguna sílaba más que ninguna otra. Otros caen en conversaciones, el hábito extraordinariamente malo de terminar cada oración con una inflexión hacia arriba, como una pregunta.

Agregue varianza e importancia a su entonación e inflexiones.

3. Hablar demasiado rápido

Cuando te excitas, o cuando estás nervioso, es ridículamente fácil hablar demasiado rápido. Tienes mucho que decir y estás tratando de sacarlo todo, por lo que las palabras naturalmente te llegan en un flujo constante. Algunas personas subconscientemente temen el silencio y usan el hablar rápido para ocultar cualquier breve pausa que de otra manera podría resultar.

Es mucho mejor hablar despacio. Tendrá más tiempo para pensar en su elección de palabras; puedes usar pausas para agregar impacto a tus oraciones; y lo más importante, te encontrarás como una persona mucho más segura y en control.

Es muy poco probable que hable demasiado lento para su audiencia, así que no importa qué tan rápido cree que está hablando, intente hablar un poco más lento.

4. Descuidar tus manierismos

Todos tienen pequeñas garrapatas y gestos que pasan desapercibidos y siguen siendo insignificantes en las conversaciones diarias, pero estos pequeños gestos pueden sumar una molestia real en el contexto de un evento profesional o de hablar en público. Por ejemplo, si tiende a gesticular violentamente en movimientos repetitivos o si inconscientemente se golpea los labios al final de cada oración, sus oyentes podrían verlo como poco practicado, o peor, no profesional.

Trabaja con un amigo o graba tu voz para descubrir algunos de los gestos que podrías estar descuidando. Romper estos hábitos inconscientes puede y será difícil, pero una vez que se hayan ido, se quedarán.

5. Divagación

Divagar es una indicación de nerviosismo, y es especialmente peligroso en un contexto uno a uno.

En general, si ha preparado un discurso, no tendrá que preocuparse por divagar porque tendrá una pista de conversación específica y dedicada. En un entorno más improvisado, que exige un intercambio entre dos partes, divagar es una amenaza mucho más peligrosa. Por ejemplo, en una entrevista de trabajo, si un entrevistador hace una pregunta simple esperando una respuesta simple y usted responde con un monólogo extendido, su credibilidad podría sufrir algún daño.

Si no eres conciso, tu mensaje perderá impacto.

No dejes que ninguno de estos malos hábitos te supere. La mejor manera de evitarlos es a través de la práctica continua. Por lo tanto, hable frente a un espejo o con un amigo en el que confíe, y trabaje activamente para suprimir estas tendencias demasiado comunes. Con el tiempo, estará naturalmente libre de cualquiera de ellos, y no tendrá que preocuparse de que su próxima conversación comprometa sus posibilidades de éxito profesional.

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