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Las mejores culturas laborales tienen más que happy hour y refrigerios gratis

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Anonim

El éxito de su negocio puede depender de algunos factores diferentes. Los tipos de productos o servicios que ofrece, o la audiencia a la que atiende, todo eso puede tener un gran impacto en sus resultados. Es posible que tenga el mejor producto del mercado, pero sin un personal dedicado y, lo que es más importante, feliz, no es suficiente. Más que cualquier otra cosa, su gente es el pan de cada día de su negocio.

¿Cómo te aseguras de que tu gente sea feliz? Al construir una cultura de trabajo fuerte y positiva. Una buena cultura conduce a un mejor servicio al cliente, una menor rotación de personal y empleados felices y motivados para trabajar más duro.

La cultura es lo que marca la pauta para todo lo que sucede dentro de la empresa, desde el tipo de contrataciones que realiza hasta la forma en que interactúan los equipos y compañeros de trabajo.

Entonces, ¿cómo crean los empresarios y los líderes empresariales el tipo de cultura que desean, que desea el mejor tipo de empleado? Se trata de mucho más que horas felices ocasionales y refrigerios gratis.

Hay algunas cosas que siempre deben tenerse en cuenta para construir efectivamente una buena cultura empresarial:

1. Saca el bolígrafo y escribe lo que más importa.

El establecimiento de valores fundamentales es un proceso comercial importante que las empresas con demasiada frecuencia olvidan o ignoran, asumiendo que los valores nacen solos o que los empleados simplemente retomarán estos ideales y los adoptarán como propios. Pero esa "esperanza" no es suficiente.

Determinar qué es lo más importante para su organización (el tipo de empresa que desea ser y el tipo de personas con las que desea trabajar) puede ayudar a reunir a los equipos, todos trabajando para lograr objetivos unificados. Una vez que se acuerde ese conjunto de valores centrales, póngalos en papel y luego comuníquelos a cada individuo en el negocio, incluso (y especialmente) a los nuevos empleados y entrevistados. Debido a que los empleados que comparten los valores centrales de la compañía, que apoyan la misión general de su negocio, probablemente se convertirán en una parte integral del logro de sus objetivos.

Pero, como con cualquier cosa en la vida, nada es permanente y la cultura corporativa no es estática. De hecho, casi siempre es un trabajo continuo en progreso. Y eso está bien. A veces, con el cambio también surge la necesidad de adaptarse, así que mantenga las discusiones y esté abierto a sugerencias para nuevas ideas. Tal vez deberías cambiar tu pluma por un lápiz.

2. Anima a tus porristas.

¿Quieres reforzar la cultura que intentas construir? Recompense a las personas que han contribuido a hacer realidad sus valores, que los ejemplifican. Tal vez sea un día de vacaciones extra o un bono en efectivo, pero estas recompensas deben ser visibles y tangibles para que sean efectivas. Sin embargo, si eliges "animar" a tus campeones, tus animadoras, reforzar lo que están haciendo puede ayudar a establecer el tono para la cultura de la empresa en la que estás trabajando e inspirar a otros a hacer lo mismo.

Claro, no todos los días deberíamos esperar una palmada en la espalda por un trabajo bien hecho, pero es importante tomarse el tiempo de vez en cuando para reconocer a los contribuyentes clave y sus éxitos. Sea lo que sea, haga saber a los empleados que son valorados y que su arduo trabajo no pasa desapercibido.

3. Hacer que el lugar de trabajo sea

Lo entendemos: trabajo es trabajo. Sin embargo, el entorno físico de cualquier lugar de trabajo puede tener un impacto significativo en los estados de ánimo, actitudes y trabajo de los empleados. Cualesquiera que sean sus valores centrales, su espacio de trabajo debe reflejarlos. ¿Ejemplo? Si su organización promueve la comunicación efectiva y la transparencia, considere un plan de piso abierto para fomentar el trabajo en equipo y la colaboración.

4. Deja que pasen los buenos tiempos.

El trabajo no tiene que ser todo trabajo y nada divertido. Encuentre una manera de involucrar a sus empleados en cosas que no siempre se sienten como trabajo . Noche de preguntas y respuestas, degustaciones de vinos, desafíos de acondicionamiento físico: este tipo de salidas y actividades pueden ayudar a reforzar la moral y al mismo tiempo dar a los empleados la oportunidad de conocer a las personas con las que trabajan fuera de la oficina. Como beneficio adicional, los "viajes de campo" a menudo crean relaciones sólidas entre pares y conducen a una mayor colaboración en toda la empresa en su conjunto.

5. ¡Todas las manos adentro!

Una cultura de trabajo ganadora comienza en la parte superior, pero debe ser puesta en cascada a cada individuo de la empresa para que tenga un impacto. En otras palabras, necesita que todos participen y se comprometan con la idea. La cultura no nace de la noche a la mañana: se necesita toda una fuerza laboral para creer en las ideas y ponerlas en práctica día tras día.

Al tener en cuenta estos consejos, puede comenzar a crear una cultura que refleje sus metas, valores y prioridades, y atraiga a las personas que comparten su visión.

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