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5 maneras de evitar que tus palabras saboteen tu

Anonim

El éxito a menudo llega a aquellos que saben qué decir, cuándo decirlo y cómo decirlo. Y aquellos con talento que no se comunican de manera efectiva a menudo nunca obtienen la satisfacción de alcanzar su potencial.

En el ajetreo de la vida y el trabajo, a veces podemos olvidar el impacto de nuestras palabras. Algunas palabras pronunciadas a toda prisa pueden arruinar una relación o una oportunidad. Entonces, ¿pueden algunas palabras quedar sin decir? A veces, las personas que lo rodean necesitan escucharlo hablar claramente sobre su posición sobre ciertos temas o cómo se siente al respecto. ¡La pieza que falta que solidificará el éxito está en sus relaciones, trabajo o emprendimientos empresariales que pueden estar justo debajo de sus narices! Tengo cinco ideas simples para compartir con ustedes esta semana sobre las palabras que salen de su boca:

1. Aprende cuándo estar callado. Algunos de nosotros estamos más inclinados a hablar que otros, pero aquellos que encuentran el mayor éxito son a menudo aquellos que saben cuándo quedarse callados. Puede haber una situación en su vida en este momento que se ve obstaculizada y no ayuda con más hablar. No tengas miedo al silencio. A veces, las mejores respuestas de la vida aparecen cuando estamos lo suficientemente callados como para escuchar.

2. Date tiempo para pensar. Todos hemos escuchado el dicho, "piensa antes de hablar". Considere esto como un recordatorio de que siempre es prudente considerar el impacto que tendrán sus palabras después de que sean pronunciadas. Piense en la mejor manera de comunicar lo que necesita decir antes de abrir la boca. Incluso cuando esté en una conversación y deba responder de inmediato, tómese unos segundos primero para ordenar sus pensamientos. Te parecerás más reflexivo y te sentirás más seguro de lo que dices. Si necesita más tiempo para pensar en cómo responder, simplemente diga: "Déjenme pensarlo un poco".

3. Negarse a murmurar y quejarse. Siempre podemos encontrar algo de qué quejarnos si nos centramos en lo negativo. Tome la decisión de apreciar las bendiciones en cada situación y rehúse desperdiciar sus palabras quejándose y murmurando. En cambio, pregunte: "¿Qué solución me ayudaría a eliminar los desafíos de los que me estoy quejando?" Las quejas agotan tu energía, ¡y la energía de las personas que te rodean! Usa tus palabras para renovar tu energía, no agotarla.

4. ¡Dime algo bueno! En los años setenta, Chaka Khan tenía una canción funky que se convirtió en su primer éxito, "Dime algo bueno". Todavía me encanta cantarlo cuando lo escucho en la radio. Hace un par de meses, escribí un boletín pidiéndole que se pregunte a sí mismo y a los demás todos los días, "¿Qué es lo mejor que te ha pasado últimamente?" ¿Todavía te haces esa pregunta regularmente? Mantén el hábito de reconocer las cosas buenas que están sucediendo, para que no encuentres tu conversación desequilibrada y enfocada únicamente en las realidades negativas que puedes enfrentar.

5. Expresa tus objetivos a la existencia. Una de las razones más comunes por las que muchas personas nunca alcanzan sus objetivos es que realmente no creen que puedan hacerlo. No solo no lo creen, sino que hablan negativamente sobre sus posibilidades de éxito. A veces tienes que hablar para creer todo lo que es posible para ti. Hable positivamente sobre su visión para su vida. "Lograré mi objetivo haciendo XYZ …". Incluso si escuchas tus dudas revoloteando en tu cabeza ("¡No puedes hacer eso!" "¡¿Quién crees que eres ?!"), rehúsa verbalizarlas. ¡Eventualmente tus pensamientos se pondrán al día con tus palabras!

Mi desafío para usted esta semana: identifique una forma en que sus palabras lo lastimen más que ayudarlo. Tome una acción específica para cambiar esa dinámica.

Asignación de diario: ¿De qué has estado murmurando o quejándote? ¿Qué estás dispuesto a hacer para crear una solución?