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Anonim

Los estilos de liderazgo han cambiado constantemente en las últimas dos décadas. Este cambio ha sido impulsado por la evolución generacional de la composición de la fuerza laboral que resulta en un cambio en la demografía del liderazgo. A medida que la generación de veteranos y los baby boomers comienzan a retirarse, también se retira el estilo de gestión militar en favor del lado más suave del liderazgo que los millennials traen a la mesa.

Este estilo de liderazgo más agradable se ha propagado por muchos de los autores y asesores de liderazgo más prolíficos de la actualidad. ¿Por qué? Porque nos estamos dando cuenta de que las personas líderes, a diferencia de las iniciativas líderes o proyectos líderes, en última instancia requieren habilidades blandas. No solo eso, sino que se pueden desarrollar esas habilidades blandas.

En el clima de negocios actual, se está convirtiendo rápidamente en un dinosaurio si cree que el lado personal del liderazgo es innecesario o sin importancia. Estás manejando personas, no robots. Para ser un buen líder de personas, debes reconocer que las personas son humanas, están llenas de debilidades y se ven influidas por las influencias y los acontecimientos fuera del trabajo. Parte de ser humano es cometer errores. La solución no es el castigo, sino ayudarlos a identificar áreas en las que puedan mejorar.

Administrar la parte personal del liderazgo mientras se logran los objetivos y se cumplen los plazos de entrega requiere el arte del liderazgo, en oposición a la ciencia. Como líder, está manejando resultados y resultados. Pero los resultados no vienen sin relaciones, conexiones e inversión personal.

Si no está obteniendo los resultados que desea, pueden ser las cosas blandas que le faltan. Estas son las cinco habilidades de liderazgo suave que afectan la línea de fondo más directamente, y cómo los líderes pueden desarrollarlas:

1)

Los líderes con inteligencia emocional desarrollada tienen la capacidad de sentir, apreciar y aplicar de manera efectiva el poder y la perspicacia de las emociones para facilitar mayores niveles de colaboración y productividad. El éxito es la combinación de la autoconciencia, reconociendo sus propios estados de ánimo y emociones, con la autorregulación, la capacidad de controlar las emociones disruptivas y, finalmente, la motivación, un deseo intrínseco de lograr sus objetivos de manera efectiva.

La inteligencia emocional aguda permite a los gerentes regular sus propios estados de ánimo y comportamientos para que tengan un impacto más favorable en los demás. También ayuda a los líderes a reconocer y extraer conflictos personales dentro de sus empleados, y a ayudar a resolver el problema ofreciendo empatía y recursos adicionales según sea necesario. La autoconciencia es asegurarse de que lo que sea que te molesta no se convierta en un problema de equipo, y ayudar a otros a reconocer y hacer lo mismo.

2)

Con el pretexto de hacer las cosas, los líderes a menudo no se toman el tiempo suficiente para ajustar la forma en que interactúan con los demás y transmiten sus mensajes, ya sea verbalmente o por escrito.

Las personas en general tienden a ser sensibles a la forma en que quieren que las personas se comuniquen con ellos, pero son menos sensibles a reconocer las formas en que los demás quieren comunicarse. Por ejemplo, si una persona extrovertida y de ritmo rápido acorrala a un colega introvertido en el pasillo para tomar una decisión rápida sobre un plan de trabajo complicado, es probable que esa persona se cierre y no reciba el mensaje por completo.

El desarrollo de habilidades de comunicación va más allá de la habilidad para escribir o hablar. También es la capacidad de ajustar cómo se comunica para que la otra persona reciba el mensaje que desea. Esto crea claridad en la comunicación, lo que reduce las oportunidades de malentendidos.

3. Son entrenadores.

A la gente no le gusta que le digan qué hacer, que le hablen o le ordenen. El modelo de gestión de comando y control está desactualizado.

En cambio, el entrenamiento de los empleados se trata de facilitar y apoyar el crecimiento profesional de una persona, en lugar de dar una directiva para una línea recta entre dónde se encuentran y lo que deben hacer. Este enfoque requiere más habilidad y delicadeza que el comando y el control. El objetivo del líder como entrenador es ayudar al equipo a aprender, crecer y crear resultados de forma independiente.

Los líderes que son entrenadores identificarán lo que impide que las personas sean efectivas y les darán las herramientas para que se enseñen a sí mismos, en lugar de simplemente decirles.

Cuando se usa un estilo dominante, casi siempre establece una barrera para la participación de los empleados. Si constantemente le dice a sus empleados qué hacer, podría evitar que tomen más iniciativa y un enfoque emprendedor para el trabajo. También está creando una expectativa en el trabajo que sus empleados no tienen que pensar porque se les dirá qué hacer.

4)

Un líder con habilidades interpersonales efectivas es respetuoso con los empleados y tiene la capacidad de establecer una relación fácil. Este líder intenta ver la situación desde la perspectiva de la otra persona, escuchando activamente para comprender las ideas que se presentan y empatizando cuando es necesario.

Los líderes con habilidades interpersonales desarrolladas también pueden ayudar a sus equipos a cultivar relaciones fomentando la comprensión y la consideración. Estos líderes también muestran sensibilidad a los problemas de diversidad, celebran distinciones y ayudan a facilitar las relaciones entre aquellos que pueden ser diferentes.

Hay fuerza de equipo en diferentes puntos de vista, enfoques variados a problemas e ideas inspirados en experiencias de vida distintivas. Las habilidades interpersonales desarrollan relaciones que se suman a la riqueza y efectividad del equipo.

5)

Piensa en el mejor gerente que hayas tenido. Es probable que este gerente lo aprecie. Esta habilidad se trata de estar orientado a los demás en lugar de estar orientado a sí mismo. Un líder que aprecia a los demás se tomará el tiempo para conectarse con los empleados, haciéndolos sentir importantes, escuchados, entendidos y valorados.

Apreciar a los demás también implica reconocer a los empleados por sus ideas y contribuciones al equipo o al proyecto. Si tiene el hábito de mostrar aprecio a cada persona de su equipo en forma mensual o incluso trimestral, verá un cambio significativo en la lealtad y producción de los empleados.

Estas cinco habilidades naturalmente encajan entre sí, pero cuando las agregue y practique, será un mejor líder, e incluso una mejor persona. Es importante reconocer que, si bien algunos pueden ver estas habilidades como "suaves", son todo lo contrario. Fortalecer estas habilidades dará como resultado una mayor efectividad, productividad y mejores resultados de su equipo. Y eso va directo a la línea de fondo.

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