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4 trabajo inteligente desde

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Anonim

Más estadounidenses están trabajando desde casa que nunca. Según Global Workplace Analytics, el 50 por ciento de la fuerza laboral estadounidense tiene un trabajo que permite al menos el teletrabajo ocasional. Los avances tecnológicos han permitido celebrar reuniones, colaborar con los miembros del equipo y completar tareas en tiempo real sin tener que pisar una oficina.

Estas son buenas noticias para los trabajadores, pero ¿son buenas noticias para la productividad? Con un supervisor itinerante reemplazado por un televisor amigable, puede ser difícil mantenerse enfocado. ¿Cómo se asegura de que realmente trabaja desde casa?

ABODO es una empresa de tecnología joven, y hemos adoptado totalmente el teletrabajo. Varios miembros del equipo viven a cientos de millas de nuestra sede en Madison, Wisconsin, e incluso aquellos que viven en la ciudad tienen la opción de trabajar desde casa, un beneficio especialmente agradable durante los inviernos nevados del estado.

Aquí hay cuatro consejos para la productividad de la oficina en casa que hemos encontrado útiles:

1. Vístete por la mañana.

Cerca del comienzo de su carrera, el escritor ganador del Premio Pulitzer y del Libro Nacional John Cheever tenía un ritual de escritura intrigante: cada día se levantaba, se duchaba, vestía un traje y salía de su departamento con un maletín en la mano. Tomaría el ascensor con el resto de los hombres de negocios del edificio, y cuando se bajaran en el primer piso, continuaría hasta el sótano. Allí, se quitaría el traje, lo colgaría en el respaldo de su silla y escribiría hasta las 5 de la tarde, momento en el que se volvería a poner el traje y tomaría el ascensor hasta su apartamento.

Para Cheever, escribir ficción era un trabajo, y merecía ser tratado como tal. Y aunque no tiene que ir de traje y corbata para su oficina en casa, vestirse puede ayudarlo a concentrarse y otorgarle a su trabajo el respeto que se merece. Bañarse, peinarse, cepillarse los dientes y usar un atuendo al menos un nivel por encima del pijama puede marcar una gran diferencia en la forma en que ve su trabajo. Además, si tiene alguna videollamada, no tiene que desactivar su cámara.

2. Cerrar la puerta.

Uno de los mayores enemigos de la productividad cuando trabajas desde casa es la distracción. Pero no siempre toma la forma que podría pensar: un televisor ruidoso o una consola de videojuegos al alcance de la mano. A menudo, trabajar desde casa es víctima de la multitarea. Es tentador intentar hacer todo de una vez: escribir ese informe mientras lava la ropa y cocina una deliciosa comida en su olla de cocción lenta, por lo que solo tendrá que ir a la tienda por un par de ingredientes. Y espera, ¿ya has pagado tu factura de electricidad?

La proximidad a todas sus tareas domésticas puede dificultar la concentración en el trabajo en cuestión. Por eso es importante tener un espacio dedicado solo al trabajo por el que le pagan. Una oficina en casa, o al menos un rincón de la habitación donde no te sentirás tentado a hornear un pastel, puede ayudar a separar tu vida hogareña de tu vida laboral. Si tienes una oficina, cierra la puerta. Si no lo hace, encuentre alguna forma de separarse físicamente de su entorno inmediato. Los auriculares con cancelación de ruido hacen maravillas.

3. Siéntate en un escritorio real.

Tu sofá te llamará. Tu sillón te llamará. Tu cama te llamará. No los escuches.

Sentarse mejora la concentración, la circulación y, según un estudio de 2009, la metacognición o “confianza en el pensamiento”: la creencia de que lo que está pensando es sofisticado y sólido. Sentarse en un escritorio es un sutil recordatorio para su ojo errante de que, de hecho, está trabajando, aunque esté en casa. Y cuanto más vertical sea, menos probabilidades tendrá de dormir accidentalmente durante su llamada de conferencia a las 4:30 pm.

4. Establecer un temporizador.

En una oficina, las fuerzas externas establecen los ritmos de un día de trabajo. Llegas al trabajo a la hora acordada, tienes reuniones a horas determinadas, te vas cuando es hora de salir. Es fácil planificar sus tareas en torno a estos sucesos regulares.

Pero las cosas son un poco más flojas cuando trabajas desde casa. El tiempo puede parecer ilimitado, expandiéndose al horizonte de tu día. Es fácil pensar que tendrá mucho tiempo para hacer todo lo que necesita hacer … más tarde. Y cuando llegan las 5:00 pm, te das cuenta de que no has terminado nada.

Es por eso que un temporizador o un despertador es una buena idea. Puede dividir su día en partes discretas y presupuestar su tiempo en consecuencia. Tal vez solo quiera pasar 15 minutos en el correo electrónico, pero necesita una porción más larga para generar una estrategia de lluvia de ideas para un proyecto de equipo. Establecer alarmas lo hará proactivo para alcanzar objetivos pequeños y alcanzables, y la amenaza constante del sonido (o zumbido) de la alarma también es un estímulo para la productividad.